Los pagarés están a la orden de día como documento legal de reconocimiento de deuda y promesa de pago. Este tipo de forma de pago se genera en función de las operaciones financieras y comerciales entre las distintas pymes.
El firmante del pagaré se compromete a pagar lo establecido en la fecha que se indica en el documento que se extiende. Este documento debe ser avalado por un tercero comprometido a pagarlo en el caso de que no pueda hacerlo el deudor principal, aunque siempre hay opciones de posible negociación.
Los pagarés pueden ser una fuente de financiación que le permiten al empresario un mayor desahogo en el tiempo para poder producir en su negocio con más velocidad. Normalmente, los pagarés se derivan de la venta de mercancías o préstamos en efectivo.
¿Diferencias entre pagarés a corto y largo plazo?
CORTO PLAZO
El pagaré junto con los créditos comerciales, bancarios, líneas de crédito y papeles comerciales se pueden presentar como una opción de financiación a corto plazo.
El pagaré debe estar firmado, contener una orden incondicional de pagar cierta cantidad en efectivo, estableciéndose la cuota de interés que se cobra en función del tiempo. Si el pagaré no se paga a su vencimiento, podemos protestar a través de alguna persona que tenga facultades notariales.
LARGO PLAZO
La financiación a largo plazo es vital para las empresas.Si la empresa decide comprar un inmueble, debemos optar por un préstamo con estas condiciones, al tratarse de una inversión permanente.
Los instrumentos que ofertan los bancos como instrumentos de financiación a largo plazo son pólizas de crédito, el renting, leasing y préstamos. En definitiva, se deben controlar las necesidades financieras del negocio y tener en cuenta la tesorería.
No obstante, si la empresa se encuentra con problemas en tesorería porque paga antes de cobrar, lo ideal es financiar a corto plazo.
¿QUÉ OPCIÓN CONVIENE?
La falta de financiación es un problema que afecta hoy en día a muchos negocios en nuestro país. Obviamente, existen determinados factores para tener en cuenta a la hora de elegir financiación en función de la urgencia y necesidad. Pero ¿cuál es el plazo para determinar que una financiación es a corto o largo plazo?.
La financiación a corto plazo supera momentos puntuales de liquidez que se asocia a pequeños baches económicos que con un descuento de pagarés podría solucionarse y que se establece dentro de un periodo de año.
Mientras que si hablamos de largo plazo superamos dicho periodo de tiempo e implica costes mayores, se tienen que demostrar ciertas condiciones financieras para poder acceder a líneas de crédito. Por lo tanto, antes de decantarte por algún tipo de financiación conviene estudiar bien los detalles para saber qué nos conviene.