Tanto el pagaré como la letra de cambio, en algunas ocasiones son herramientas necesarias para las pyme. Ambos son títulos que dan a quien los obtiene el derecho de cobrar una cantidad de dinero. Pero son objeto de confusión entre sí, ya que tienen ciertas similitudes aunque las diferencias que ahora veremos.
Definición de pagaré y letra de cambio
Para entender las diferencias entre un pagaré y una letra de cambio, primero debemos conocer el concepto de ambos.
Un pagaré es un título en el que se acredita la promesa que una persona, el girador, hace a otra considerada beneficiario.
Por su parte, la letra de cambio es un título que da orden a un tercero de que sea este quien pague a un beneficiario.En este caso, la persona que recibe la orden, conocida como “girado” o “aceptante”, puede o no aceptar dicha orden. Si acepta la orden, automáticamente se convierte en el deudor del título, y si no la acepta, no tiene obligación ninguna de cumplir con el pago.
La misión de letras de cambio y pagarés es facilitar la transmisión de dinero y el aplazamiento de los pagos a medio o corto plazo. En muchos casos, resultan la salvación de una microempresa o de una pyme. Ambos son una forma de pago muy efectiva entre empresas.
Puede no fijarse lugar ni fecha de pago, entendiéndose entonces que el pago se realizará “a la vista”,es decir, en el momento en que se presente el documento. En cuanto al lugar, por defecto se estipula el domicilio del librado o su lugar de emisión.
Diferencias entre pagaré y letra de cambio
Aclarados ambos términos, debemos destacar que en la letra de cambio intervienen tres personas: quien emite la orden, quien la recibe y el beneficiario. Mientras que el mecanismo de funcionamiento del pagaré es mucho más directo, yendo desde el girador al beneficiario.
Otra diferencia es que la letra de cambio requiere que el receptor de la orden acepte que asume una obligación de pago, mientras que en el pagaré no es necesaria ninguna aceptación de las partes.
Otra diferencia es que en la letra de cambio no se admiten intereses, mientras que en el pagaré sí. Además, el pagaré solo es una “promesa” de llevar a cabo un pago, mientras que la letra de cambio entraña la “obligación” de pagar.
Por tanto, entendemos la figura del pagaré como más beneficiosa para las empresas, ya que permite su financiación, en un proceso conocido como “descontar pagarés”.
Descontar pagarés
Este documento permite llevar a cabo un descuento. Descontar un pagaré consiste en presentar a una entidad de crédito o a una financiera un documento con la finalidad de recibir un anticipo de dicho crédito. La entidad califica al emisor y cobra una comisión e intereses según su calificación. Para llevar a cabo esta operación es importante elegir una entidad de calidad como FAMISA.
El descuento de pagarés tiene ciertos beneficios como la flexibilidad, pues admite no descontar todos los pagarés de golpe. La rapidez en la consecución del dinero y la posibilidad de acabar con los impagos son otras de sus características más apreciadas.